El mundo multipolar

El mundo está cambiando. Cada día gira sobre su eje y cada año respecto al sol, al menos eso dicen.

Pero en el último par de años han ocurrido cambios mucho más notables. El sistema económico global se ha ido moviendo de un esquema unipolar a una esfera multipolar, y es posible que este año comencemos a observar algunas de estas implicaciones.

Las grandes economías avanzadas, como son EE.UU., Reino Unido y la propia Unión Europea, son economías deficitarias en su conjunto. En buena medida gracias al déficit de cuenta corriente de la economía más poderosa del mundo que pesa alrededor de unos 5 puntos porcentuales del PIB.

Esto quiere decir no sólo que estas economías “deben”, sino que existen economías que deben ser “acreedoras”.

Los países superavitarios pueden reducirse principalmente a tres: China; Rusia y Arabia Saudita. Este superávit conjunto es de alrededor de 800 mil millones de dólares, de los cuales la mitad pertenecen a China, es decir; cerca de 450 mil millones de dólares.

¿Qué hace China con este dinero?

Como se observa en la gráfica anterior, alrededor de 12.5% de este dinero China lo emplea en construir reservas internacionales lo que viene siendo cerca de 50 mil millones de dólares. Buena parte de estas reservas están invertidas en oro.

De los 400 mil millones de dólares restantes hay una combinación de préstamos e inversiones que está realizando esta economía fuera del país. Usualmente el reciclaje delos flujos de capital chinos se empleaban en la compra de bonos estadounidenses, que constituían parte de las reservas internacionales de China, pero lo que ha sucedido en los últimos años es que ha habido una reasignación de estos flujos de capital.

Tras su reelección, el presidente Xi-Jinping anunció que generaría nuevas inversiones con Arabia Saudita, a quien le compra petróleo. Estas nuevas inversiones estarían dedicadas a exploración, perforación y extracción de petróleo (lo que se conoce como el upstream), así como en la refinación, regasificación del gas natural, y la distribución y venta del mismo (lo que se conoce como el downstream).

En segundo lugar, parte de estas inversiones se planea que puedan servir para tener empresas conjuntas que sirvan para extraer el petróleo que pueda haber del mar del sur de China.

Es por esa razón que la asociación con Arabia Saudita se planea de 3 a 5 años. Pero hay más, se planea que gran parte de estos acuerdos comerciales-financieros se liquiden en ¡renminbi!

Este es un cambio muy relevante, porque el esquema de reciclaje de los desequilibrios globales de las últimas décadas había estado conformado de la manera siguiente:

Estados Unidos compraba petróleo de Arabia Saudita, el cual en parte compraba seguridad de los Estados Unidos a través de la adquisición de armas, y con el dinero restante, se compraba bonos del tesoro norteamericano, que quedaban además depositados en el sistema financiero de EE.UU. y que eran liquidados en dólares.

Por lo tanto, este esquema sostenía como punto nodal el uso del dólar americano.

Mientras que el nuevo arreglo con China, este último país compra energía de Arabia y devuelve una parte en inversiones que se liquidará en reminbi.

Este mismo acuerdo se está planteando con otros países del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, es decir; países como Kuwait, Qatar, Emiratos Árabes etc. Los cuales, contemplando a Arabia Saudita articulan alrededor del 40% delas reservas de petróleo del mundo.

La misma línea de negociación se está planteando con Irán (quien ya le vende petróleo a China con un descuento de entre el 12 y 20%), Venezuela (con quien ya ha realizado inversiones) y ahora con Rusia, quienes en conjunto acaparan otro 40% de las reservas de petróleo globales.

De esta manera, a través de un cambio de suministro de energía e inversiones de China, se está tejiendo un filo hilo de transacciones que comenzarán a liquidarse en una moneda distinta al dólar.

El 20% restante de las reservas de oro negro restantes, están principalmente ubicadas al nor-oeste y nor-este de áfrica, y en Indonesia.

Las economías del noreste de áfrica como son Egipto, Libia y Argelia entre otras; así como Indonesia, mantienen una buena relación con China. Son parte su zona de influencia. Mientras que los países al noroeste de África, como son Túnez y Marruecos, son parte de la zona de influencia de…. ¡Rusia!

¿Por qué está sucediendo estos cambios?

Porque detrás de la configuración del mercado energético a nivel internacional, China y Rusia, tienen planeada la estrategia para competir con la herramienta económica por excelencia de Estados Unidos: El dólar.

En el mundo unipolar, configurado desde la caída de Breton Woods, se erigió el dólar como centro de gravitación de las operaciones comerciales y financieras de excelencia, lo que ha permitido consolidar, entre otras cosas, a Estados Unidos como el mayor deudor (y por lo tanto consumidor) del mundo.

Pero en el mundo multipolar, la intención es crear una cesta de monedas que compitan al dólar. Y esta cesta de monedas estará respaldadas por materias primas, de forma que la moneda de cada país que participe en la cesta deberá estar respaldada por: oro, petróleo, o algún otro commoditie de carácter estratégico-político.

Si esta cesta empieza a competir con el dólar, entonces habrá una disputa interna por los flujos de capital, por la liquidez, y los estilos de vida de cada economía.

En paralelo, esta nueva configuración afectará la liquidez del mercado de bonos norteamericano, debido a que las principales potencias superavitarias (China, Rusia y Arabia Saudita), no sólo liquidarán posiciones en otras monedas, sino que usarán como un nuevo mecanismo de reciclaje instrumentos distintos a los bonos estadounidenses

Esto último terminará por afectar los equilibrios del mercado de renta fija, y por lo tanto, de la fijación de las tasas de interés, las cuales en el mundo multipolar, podrían tener que ser más elevadas de lo que venían siendo en un mundo unipolar.

Es como estar en las esquinas de los cambios, como ver ese punto de inflexión que se registrará en los libros y en los almanaques. Así comienza este 2023… con un nuevo orden de alta pluralidad, con el nacimiento de un mundo multipolar.

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