Preludio de los mercados: retroceden ante avances del Coronavirus

Al momento

Ayer se publicó el dato del PMI de China para el mes de marzo. El indicador se había hecho pedazos durante el mes de febrero al registrar apenas los 35.7 puntos, y se esperaba que hubiese una recuperación hacia a las 44.8 unidades, marcando todavía la debilidad del sector industrial en el gigante asiático. Pero la lectura del dato estuvo en los 52 puntos, lo que significa que la producción y los nuevos pedidos repuntaron fuertemente hasta el terreno de expansión.

Ha sido un rebote tremendo, porque indica que es posible brincar desde los mínimos anuales que se tenía, y que si esto está pasando en China (un proceso de recuperación muy rápido), también puede pasar en el resto de los países una vez que se suspenda la crisis sanitaria.

El dato fue lo suficientemente bueno como para impulsar las bolsas asiáticas durante la noche y permitir un cierre al alza en Hong Kong (1.85%); Corea del Sur (2.19%) y la propia China (0.11%), pero no esta siendo tan potente como para mantener el optimismo esta mañana, y los futuros de Wall-street van cotizando en rojo en estas horas (S&P -0.37%; Dow -0.27% y sólo el Nasdaq subiendo ligeramente +0.09%), mientras que los mercados en Europa mantiene un retroceso marcado de medio punto porcentual.

Hay algunas cosas que parecen seguir a contracorriente para decantar al mercado. En Estados Unidos por ejemplo la situación del Coronavirus está alcanzando sus niveles más álgidos. Ya hay 3 mil muertos, y se estima que para mediados de abril podrían morir cerca de 2 mil personas por día, lo que significaría que para agosto habría 82 mil fallecidos por la epidemia en este país, aún si se mantiene la llamada “sana distancia”.

Frente a esto las farmacéuticas están en una carrera para buscar un tratamiento y una vacuna. Johnson and Johnson por ejemplo, ha dicho que esperan tener un procedimiento clínico para septiembre, con el propósito de tener la vacuna en los primeros meses del siguiente año. La OMS por su lado sigue probando con una droga que inicialmente era usada para combatir el Ebola, para hasta el momento no hay ningún avance confirmado.

Un segundo tema al aire, es que, aunque el mercado, y principalmente el Dow ha trepado con miras a reconquistar los 4 mil puntos las posibilidades de un bear-market no se han desvanecido.

El mercado es y no es al mismo tiempo. Sube y no termina. La crisis del 2008 nos mostró que puede haber ligeros rebotes en el mercado, pero que ir sistemáticamente cuesta arriba requiere mucho más esfuerzo, y el mercado sabe que el punto más bajo de esta crisis no se alcanzará hasta que no haya evidencia contundente de que la epidemia está bajo control y que la recuperación económica esta pavimentada.

El rebote del mercado (visto desde la semana pasada) no es insignificante, y han detenido la caída más rápida de la historia en Wall-street, con la Fed tomando decisiones sin precedentes, o el Congreso inyectando estímulos inauditos, pero las cifras económicas aún no dan luz de que puedan llegar a responder.

Para esta semana, por ejemplo, se estima que las solicitudes al seguro de desempleo puedan llegar a ser hasta de 4.5 millones marcando otro record histórico semanal. Y aunque el “playbook” de la cris de 2008 ha servido para contener la sangría, aún hay escepticismo sobre si heos tocado el mínimo del año.

Al respecto, los demócratas ya están preparando un nuevo paquete de estímulos, en el cual esperan que se pueda incluir mayores recursos directos a las personas y un mayor fondo de infraestructura. Nancy Pelosi declaró por la noche que, si estos temas no están del todo cubiertos, la situación económica podría ser mucho más complicada de lo que pensamos.

Finalmente está la gran preocupación de la caída en los precios del petróleo, que ayer tocaron mínimos históricos (para la mezcla mexicana, por ejemplo), o mínimos desde el 2002 (Brent y WTI), auspiciado principalmente ya no por la intensidad del conflicto entre Rusia y Arabia Saudita, sino por los grandes temores a que la cuarentena a nivel mundial pueda prologarse durante meses, y que, con los inventarios de crudo abarrotados, no haya forma de sucumbir a la debilidad de la demanda.

El golpe fue tan grande, que ayer por la noche tuvo una llamada Trump con su homólogo ruso, Putin, para discutir la crisis de energía y reabrir las conversaciones sobre el mercado petrolero. No obstante, en medio oriente ha habido declaraciones de que no se piensa ajustar la producción de abril, y que aún si la OPEP+ lo intentará, los esfuerzos no serían suficientes para volver a equilibrar al mercado.

En suma, las ganas de volver al rally están ahí, las vemos casi cada mañana, pero los indicios de que esto aún no ha terminado también se mantienen.

¿Qué se necesita para terminar de una vez por todas con el bear-market? Tres cosas:

  1. Claras señales de que la epidemia se está conteniendo y que se está alcanzando el pico mundial.
  2. Evidencia de que los estímulos (monetarios o fiscales) son efectivos para combatir la recesión y evitar los quiebres masivos
  3. Un renovado sentimiento de compras.

En México ayer el peso tuvo uno de sus peores días mientras las bolsas mundiales subieron. En mayor medida el ajuste de la moneda viene en paralelo con la caída del precio del petróleo y el miedo a una propagación mucho más rápida del virus.

No obstante, no batimos el máximo histórico de la semana pasada de las 25.4 unidades, y el mecanismo de subastas por 5 mil millones de dólares realizada por la Comisión de Cambios (SHCP y Banxico) parece que ha funcionado.

Ayer por ejemplo se activó la línea swap con la Fed y la moneda parece que se alivió. El problema hacia adelante es que la paralización de la actividad cada vez será más grande (ayer por la noche el gobierno aumento el plazo de cuarentena hasta el 30 de abril, dado el rebaso de las mil personas infectadas por el virus, lo que provoco que se declarase ya oficialmente la emergencia sanitaria). Lo cual se combina con los riesgos latentes de la situación con Pemex.

No es para menos, la mezcla mexicana llegó ayer a 10 dólares por barril, ¿cómo va a seguir Pemex produciendo a ese precio?, es decir, ayer no solamente se debió declarar la emergencia sanitaria, sino también la emergencia energética, y de pasó, la emergencia económica.

Aunado a todo ello, hay 19 senadores estadounidenses que le solicitaron ayer a Trump posponer la entrada en vigor del TMEC, programado para el primero de junio, asegurando que el nuevo tratado generará mayores presiones sobre las compañías locales, que ya están lidiando con el Coronavirus, lo que vuelve a generar incertidumbre sobre la entrada en vigor del nuevo tratado comercial.

Lo que viene

El dato más importante de esta mañana vendrá del PMI manufacturero de Chicago para el mes de marzo en Estados Unidos junto con los datos de la confianza del consumidor.

La sesión se tratará de seguir viendo la profundidad del golpe, y al mismo tiempo esperar a que algo nuevo pase. Lo importante en las cifras económicas comienza mañana, cuando comiencen a publicarse los datos del mercado laboral en Estados Unidos.

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