Preludio de los mercados: las dudas asaltan a Wall-street

Al momento.

Los mercados están titubeantes esta mañana. Ayer rompieron la racha de tres días seguidos con pérdidas y lograron acabar la jornada vestidos de verde. Solidarios ante el despertar de los precios del petróleo. Pero hoy, todo es duda.

Por un lado, ayer la Agencia de Información de Energía informó que los inventarios de petróleo, gasolina y destilados en Estados Unidos aumentaron durante la semana pasada en 15 millones de barriles, lo que deja un stock de almacenamiento en 518.6 millones de barriles acumulados.

A pesar del dato los precios del petróleo no sólo subieron ayer, sino que están subiendo de nuevo en estos momentos y mantienen al WTI muy cerca de los 16 dólares por barril, y al Brent ligeramente por encima de los 20 dólares.

Hay algunos que piensan en estos momentos que los bajos precios del petróleo deben estar sembrando los altos precios de mañana, porque ¿cuánto puede durar la epidemia en el mundo?, ¿cuánto tiempo pueden durar todas las personas encerradas?, cuando la demanda reviva, encontrará una oferta de crudo empequeñecida a lo ridículo, y entonces los precios tendrán que subir.

No sólo porque la OPEP+ se está esforzando en detener el suministro de crudo, sino porque de manera muy natural, el violento desempeño del sector está provocando que muchos productores cancelen sus planes de perforación, y que algunos más de plano cierren en completo sus actividades.

Es conocido que varias empresas dedicadas al fracking, esas que inundaron el mercado desde el 2014, no sobrevivirán bajo los precios actuales. De hecho, se llega a considerar que hasta el 60% de estas empresas en Estados Unidos tendrán que cerrar en el transcurso de este mes.

Hoy mismo, por ejemplo, y dentro de un enramado político que se puede analizar por aparte, la Casa Blanca le acaba de ordenar a Chevron (la empresa petrolera) que detenga su producción de petróleo en Venezuela, como un último intento de presión de Trump hacia Maduro.

La empresa en realidad no tiene que dejar de producir, pero el presidente le está obligando a dejar de exportar desde ese país del sur. Lo que se suma a la esperada débil oferta para los meses que entran.

En consecuencia, si la demanda regresa a la normalidad, es probable que el siguiente año veamos de nuevo los precios del petróleo en 50 o 60 dólares por barril, o que incluso pueda trepar aún más, y el mercado lo sabe, y si el mercado sabe esto, tiene que generar el punto de inflexión en los precios de mucho antes. Es decir, tiene que comenzar a comprar desde ahora.

Pero, ¿qué pasa si la demanda no se recupera?, bueno pues justo esa es la duda de toda esta sesión.

Una de las mayores inquietudes va en que a lo mejor puede haber una segunda oleada del Coronavirus que afecte el segundo semestre de 2020 (cuando todos esperamos que ahí comience la gran recuperación). Si esto pasa, no sólo la situación sería mucho más desastrosa para todos los sistemas de salud mundiales, sino que para la economía también sería catatónico, especialmente, porque aún no sabemos qué tan grave el efecto de la epidemia y las medidas de distanciamiento social adoptadas en esta primera mitad del año.

Y aquí es donde la inquietud se puede volver miedo. Hace un momento por ejemplo se publicó el dato de solicitudes al seguro de desempleo de EEUU, es un dato semanal, así que cada jueves nos llevamos un mal trago con este indicador.

Los números que se registraron muestran que el desempleo creció en 4.4 millones de personas en la última semana, lo cual estuvo ligeramente debajo de lo esperado por el consenso de analistas (4.5 millones), pero hace que la cifra total de desempleados vaya en 26 millones de personas, en tan sólo mes y medio.

Durante la última crisis, en la llamada Gran Recesión, en el pico de la astringencia se llegaron a perder empleos a una velocidad de 800 mil personas por semana, ¡nunca millones!, y en toda la crisis, es decir de 2007 a 2009, se perdieron 23 millones de empleos. Estamos ya por arriba de esto en tan sólo mes y medio de la pandemia.

Este nivel de destrucción de empleo es consistente ya con una tasa de paro en Estados Unidos de entre 15 y 20%, desde un mínimo que se tenía de 3.5% antes del golpe del Covid-19. ¿Si esto no es desastroso, entonces que sí lo es? Falta por aún ver los datos de creación de empleos que sí se estén generando en esta temporada, pero no dejan de ser magnitudes no vistas desde hace décadas.

Y este es el detalle que angustia más que otra cosa: aún si se reabrieran las economías, no hay forma de que en un mes se creen 26 millones de empleos. No es posible. Por lo que cada vez que hay un dato muy malo, lo que preocupa de fondo no es la caída sino el trabajo que costará la recuperación. Porque ahí nos jugamos si la crisis va en “V” o en “U”, y con ello nos jugamos todo. Y el mercado también lo sabe.

Esto es lo que evidentemente presiona a Trump para impulsar que la economía se reabra lo antes posible, y vía Twitter ha dicho que “Nuestro país está comenzando a ABRIR PARA LOS NEGOCIOS nuevamente.”, mientras que ayer Steven Mnuchin, el Secretario del Tesoro, aseguró que la mayor parte de la economía debería volver a estar en funciones en este verano. Esto va impulsando las bolsas.

Pero los datos del Covid-19 no terminan de ceder, y en Estados Unidos superan los 811 mil casos y las 46 mil muertes, y si hay una segunda oleada ¿hasta dónde llegarán las cifras?

En consecuencia, hoy en los mercados debaten si subir o no. Hace unos momentos prácticamente se caían todos los indicadores, pero después del dato de solicitudes al seguro de desempleo (que vino mejor de lo esperado) han comenzado a subir en promedio 0.5%. Se les ve inquietos.

En México la moneda está en 23.39 pesos por dólar, con una sesión y una noche de altibajos, mientras que la bolsa en México alcanzó a mostrar ayer un ligero avance de 0.98%, colgada ahora de las 34 mil 222 unidades.

El dato de la inflación se publicó hoy, y se mostró que los precios cayeron a 2.79% en la segunda mitad de marzo.

Se trata de el dato más bajo de precios desde diciembre de 2015, así que para los que se preguntaban qué efecto dominaría en la inflación ante la presencia del Covid-19, si el choque de oferta o el choque de demanda, bueno, pues ahí lo tienen. Con la gente encerrada en sus casas, la inflación ya no está siendo una restricción para que las autoridades actúen.

Otro dato que también se publicó fue el de las ventas minoristas al mes de febrero, que crecieron 2.5%, poco menos que el dato de enero (2.7%) pero por encima de lo esperado por el mercado (1.9%).

Es un buen dato no cabe duda, pero si la inflación va señalando el ritmo de actividad un mes adelante, inquieta saber que desde diciembre este indicador no repunta arriba del 3%.

Lo que viene

Hay un dato que falta por conocer en el mercado, que son los PMI’s de abril. Son relevantes para seguir tomando la temperatura de la situación económica. Y vienen tanto para EEUU como para Europa en su conjunto. Pero el dato estelar en México vendrá hasta mañana con la cifra del IGAE.

Por lo demás, será un día errático, pero donde entre otras cosas, festejo mi aniversario… a 10 vueltas de distancia.

Deja un comentario