Ya estaba cerrado el mercado, y casi todo mundo en casa cuando comenzaron a circular las noticias (principalmente en redes sociales), de que la OPEP+ seguía en el proceso de negociación y no lograba cerrar su acuerdo.
Pero el problema no estaba en si Rusia desconfiaba de Estados Unidos, en si Arabia Saudita no creía en la palabra de Moscú, o alguna de todas estas posibles combinaciones, no. La sorpresa vino del jugador menos esperado por el mercado: México.
El acuerdo al que llegaron todos los miembros de la OPEP+ iba en recortar 10 millones de barriles diarios entre mayo y junio, que es, hay que decirlo, el recorte más grande en el que se hayan puesto de acuerdo los países petroleros.
El problema es que, a pesar de este consenso, la OPEP+ requiere unanimidad para poder implementar la medida, y México aún no se sube a este barco por completo, en lo que parece ser un desencuentro en la cantidad de barriles que le toca dejar de producir.
Y este es el punto para el país Azteca. Tiene que recortar su producción, o sea, vender menos, pero espera que ahora lo hará a precios más altos, así que tiene que sacar las cuentas para ver si le es o no conveniente. Muy bien.
Uno de los grandes inconvenientes, es que, aunque el recorte es histórico, apenas afectará el 10% de la producción de crudo, y puede ser insuficiente para reequilibrar el mercado, es decir, que los precios no suban mucho debido principalmente al colapso de la demanda.
A México le tocó recortar en 400 mil barriles diarios su producción, lo cual no sólo borra por completo las metas de producción que tenía el gobierno en sus Pre Criterios Generales de Política Económica (alrededor de 1,900 millones de barriles diarios), sino que representa casi el 23% de su producción actual. Amén de que parece que durante las negociaciones hubo una diferencia entre qué base de comparación tomar, si México debía recortar desde los 1,900 que tiene planeados producir (la posición de México) o si debía recortar desde sus niveles actuales de producción de 1,7000 barriles (la posición del resto de la OPEP+).
Palabras más palabras menos, parece que México ofreció en un inicio recortar 400 desde su producción planeada en este año (1,900), a lo que los miembros contestaron con una negativa, y en segundo momento (ya muy pasado el tiempo), México decidió proponer una reducción de 100 mil barriles desde los 1,700 millones que actualmente produce. A lo que los miembros volvieron cándidamente a contestar con una negativa.
Ahora, el 23% de la plataforma es mucho. Para que convenga se requiere que los precios brinquen al menos en una cantidad similar. La mezcla mexicana cerró ayer por ejemplo en 16.54 dólares por barril, significa que para que la operación deje solamente tablas a México, ocuparía de que el precio reaccione a cerca de los 20 dólares por barril de crudo. Y sólo con eso quedaría tablas en sus ingresos.
Pero si los costos asociados para producir esos 400 mil barriles son muy altos, puede resultar conveniente no producirlos, y vender el restante a un mejor precio.
Es todo un misterio si en el momento de la negociación México traía algún cálculo predeterminado, pero parece que en las formas se le fue todo el procedimiento (una ausencia de hora y media, por ejemplo, manteniendo al mundo entero, literalmente, a la espera).
El presidente López Obrador comentó hace unos momentos que habló con Trump, y están de acuerdo en aceptar un recorte por algo menos de 400 mil barriles.
“Primero nos pidieron recortar 400 mil, después 350, pero México sólo es capaz de recortar 100 mil” dijo el mandatario “El presidente Trump, de manera muy generosa, me comentó que ellos iban a contribuir con un recorte adicional de 250 mil”.
Arabia Saudita por su parte, esta pidiendo desde ayer que se nos saque del acuerdo y de la organización, lo que significaría que los miembros de la OPEP+ podrían competir contra nuestros clientes.
Y hasta aquí va la información que se tiene. Pero sin aprobación de todos los miembros la OPEP+ sigue materialmente parada. Por lo que el mundo entero está esperando cuál va a ser la decisión final de México, quien de un momento a otro ha saltado a todas las primeras planas de la prensa internacional, directo a la fama mundial.
La atención ahora se dirigirá a la reunión del G-20, donde se volverán a ver los ministros de energía, y se espera que mínimamente se alcance un compromiso por 5 millones de barriles diarios. Algunos más esperan que estos cinco millones se puedan añadir a los 10 millones ya pactados ayer, y llegar a 15 al final de este día.
Hoy los mercados estarán cerrados por el viernes santo, así que hasta el lunes sabremos la opinión de las bolsas.
Lo que viene
No hay nada en la agenda. Todo se resume en la reunión del G-20
Bajo Par 