Preludio de los mercados: El colapso del petróleo continua

Al momento.

La sesión de ayer estuvo marcada en piedra por el desplome histórico de los precios del petróleo que llevaron la cotización de los futuros del WTI de mayo, que vencían hoy mismo, a terreno negativo por primera vez en la historia de la sociedad civil como la conocemos.

En paralelo, las bolsas globales rompieron la tendencia positiva de las últimas semanas, incapaces de ver otra cosa que no fuese el descenso brutal del barril de Texas, el cual cerró la jornada con una caída de -305%, “pagando” hasta 37.63 dólares para que alguien, quien fuese, comprase, aunque hasta 100 mililitros de oro negro.

La razón técnica de porqué sucedió esto circula ya en todas partes. Los contratos de mayo para el petróleo vencían hoy, así que ayer era el último día para deshacerte del contrato. Al vencimiento, el tenedor del contrato tiene que o bien renovar para el vencimiento siguiente (junio), lo que significa vender mayo y comprar el contrato de junio, o bien, aceptar la entrega física del barril de petróleo procedente del contrato de mayo. Y sucedió que ayer la gran noticia del día fue que el principal espacio de almacenamiento de EEUU, que es el Cushing de Oklahoma, anunció que está a unos cuantos meses de quedar prácticamente agotado, por lo que rolar el contrato a junio complica las cosas si no hay un lugar donde pueda almacenarse. ¿Qué queda por hacer entonces?, pues aceptar la entrega física del crudo, ¿pero qué pasa si tú no te dedicas a hacer nada con el crudo?, ¿si el mundo entero no quiere crudo ahorita?, ¿a quién le vas a vender después?, bueno pues justo a raíz de estas preguntas es que se despertó la barbarie, porque si tu estas “largo” en la posesión de un activo que no quieres tener, a lo que te vas a ver obligado entonces es a vender el contrato de mayo como puedas, o es más, deberás pagar para evitar que te den la entrega física del petróleo, y eso llevó a los precios a cotizar en negativo por primera vez en la historia del mundo.

Lo verdaderamente preocupante a estas horas, es que al cierre de ayer, digamos que por la tarde-noche, la reflexión global de analistas partía en decir que el desplome del petróleo en realidad había sido artificial, porque era sólo un fenómeno temporal que obedecía al vencimiento del contrato de mayo, y la principal razón se hallaba en que los contratos de petróleo para los meses subsecuentes se hallan por encima del precio spot (están de hecho de súper contango), y relativamente estables.

El problema a estas horas es que comienza a parecer no un fenómeno temporal, porque los contratos de junio están comenzando a caer esta mañana un 25% y cotizan cerca de los 16 dólares por barril, el precio mínimo desde 1999. Y así empezó la mañana de ayer, sujeta al precio más bajo desde finales de los 90 cuando de repente, y en tan sólo unos cuantos minutos, cotizábamos debajo de cero. Y al mercado le basto que el precio cotizará tan sólo un centavo debajo de cero, para tirarse a la brava y terminar pagando más de 30 dólares por deshacerse del oro negro, que más que oro en estos días, parece maldición.

¡Es que nadie quiere petróleo en el mundo ahorita!, pero absolutamente nadie, y el precio del petróleo parece estar reflejando la presencia de dos grandes cisnes negros del 2020: el primero a razón del Coronavirus y su esparcimiento global; y el segundo por el fracaso de la OPEP+ por poder controlar los desbalances del mercado petrolero.

De hecho, uno de los detalles finos de esta historia, es que los recortes que la OPEP+ anunció la semana pasada no entrarán en vigor sino hasta mayo, por lo que las siguientes dos semanas podemos seguir viendo presiones sobre la cotización del crudo.

La vorágine por saber que va a pasar en este sector está siendo tan ríspida, que ayer Donald Trump declaró que su gobierno está considerando la posibilidad de detener todas las importaciones de crudo de Arabia Saudita como una medida de apoyo para la industria petrolera nacional.

“Voy a tomarlo en consideración” dijo Trump en su rueda de prensa “ciertamente tenemos mucho petróleo, así que le echaré un vistazo”.

Y no es la única medida extravagante que el presidente de los Estados Unidos está teniendo en consideración. Vía twitter anunció que de momento suspendería, “temporalmente”, toda la inmigración hacia EEUU mediante una orden ejecutiva para detener la propagación del coronavirus y proteger el empleo estadounidense.

Lo cual suena al aprovechamiento de la emergencia sanitaria para cumplir con sus propuestas de campaña presidencial, curiosamente en el año en que se jugará su renovación de mandato. La decisión provocó rápidamente la condena de algunos demócratas, quienes le acusaron de desviar la atención con esto de los temas centrales para pelear contra la epidemia.

Con esto encima, hoy, los mercados globales están despertando de un rojo contundente a lo unánime. En Asia la jornada la terminaron con caídas de entre 1 y 2%. Incluso Japón se desplomó durante la sesión un 1.97%, con todo y que el día de ayer Shinzo Abe anunció un nuevo programa de rescate por coronavirus en 8.9 millones de yenes, con el objetivo de otorgarle a cada ciudadano hasta 100 mil yenes.

En Europa prácticamente todas las bolsas están cayendo en estos momentos alrededor de un 3.2%, mientras que los futuros de Wall-street se encuentran en retroceso solidario de 1.7% en el Dow; 1.32% en el S&P 500, y -0.32% en el Nasdaq.

La noticia corporativa de la mañana va en que Coca cola registró un incremento en sus beneficios de un 65% en el primer trimestre del año pese al coronavirus, apoyada principalmente por la compra que hizo en enero de la compañía de leche Fairlife. Pero el detalle de su reporte vino en que desde abril la compañía está percibiendo una baja de ventas en un 25%, por lo que, pese al buen reporte trimestral, se espera que la empresa tenga un daño significativo durante el segundo trimestre.

Junto a esto, ayer reportó IBM, con un retroceso en sus beneficios de un 26.1%, y una baja neta en los ingresos de 3.4% respecto al trimestre anterior.

En México la moneda cedió ayer terreno y cotiza cerca de los 24.38 pesos por dólar actualmente. Nada mal en realidad para haber surcado el desplome histórico de los precios del petróleo, y haber digerido en la sesión de ayer el downgrade de Pemex, que se anunció al cierre del viernes. Lo que significa que en buena medida la moneda ya tenía incorporados estos efectos.

A pesar de eso, la cuerda en el cuello sigue ahí, no ahorca, pero sí aprieta.

La pregunta que casi todos los mexicanos tienen en la mente ahorita es: ¿Qué harán las autoridades hacia adelante?

Por un lado, ha salido ya Citibanamex (que se une a Banorte-Ixe) en esperar que el Banco de México anuncie una decisión de tasa de interés antes de llegar a la fecha oficial de su calendario (14 de mayo).

Banorte esperaba que el anunció ocurriese la semana pasada, entre jueves y viernes, ahora Citibanamex la espera en estos días. ¿será?, ¿qué opción tomará Banxico?, ¿defender la moneda y la inflación, o pelear con lo que seguramente será una de las mayores crisis de la historia?

Nuestro análisis concluye que optará agresivamente por lo segundo, y que el recorte de tasas tendrá que venir fuerte. Pero tendremos que esperar para saber.

Lo que viene.

Hoy se publica el dato de las reservas internacionales de México que a la semana pasada rondaba en 185 mil millones de dólares. Hay que ver si estas han disminuido.

Es también el día de la subasta de valores gubernamentales, por lo que es importante para saber en qué nivel está descontando el recorte de tasas el mercado.

En Estados Unidos vendrá el dato de ventas de vivienda de segunda mano, pero por lo demás, casi toda la atención se centrará de nuevo en cómo vaya el precio del petróleo.

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